Aproximación epistemológica

El uso de materiales plásticos no ha dejado de aumentar en las últimas décadas debido a su dureza, bajo coste, flexibilidad y durabilidad. Por lo que, estas características hacen que sean la mejor opción para diferentes aplicaciones, como son envases o componentes de electrónica y construcción. Aunque estos materiales plásticos pueden perjudicar al medioambiente ya que pueden fragmentarse en partículas más pequeñas convirtiéndose en nano y microplásticos (MNPs).

En los últimos años, los científicos han rastreado los microplásticos hasta miles de lugares. La nueva investigación marca un cambio de rumbo hacia desentrañar lo que Rochman denomina “ciclo de los microplásticos”, es decir, cómo se desplazan, dónde se acumulan y cómo se transforman por el camino. Estas pequeñísimas partículas de plástico están presentes en artículos de uso cotidiano, como cigarrillos, ropa y cosméticos. Las investigaciones del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) demuestran que el uso continuado de algunos de estos productos aumenta la acumulación de microplásticos en el medio ambiente. Los microplásticos, que pueden tener hasta 5 milímetros de diámetro, desembocan en los océanos a causa de la descomposición de los desechos plásticos marinos, la escorrentía de las cañerías, las fugas de las fábricas, entre otras fuentes.
Los microplásticos primarios, como las microesferas presentes en productos de higiene personal o los pélets empleados para la elaboración de plásticos, se fabrican intencionadamente con un tamaño reducido. Los microplásticos secundarios son la consecuencia de una de las ventajas más valoradas del plástico: su durabilidad. Al principio son productos desechados que se van descomponiendo en los mares por la acción de las olas y la luz solar. Con el paso del tiempo, los fragmentos se vuelven más y más pequeños y, supuestamente, pueden sobrevivir durante siglos. Los científicos aún están intentando responder la pregunta fundamental de la investigación: ¿cómo perjudica la ingesta de microplásticos a la salud humana?

Se han detectado microplásticos en el agua potable, la sal y otros alimentos. Por ahora no se ha demostrado que causen daños, pero en el caso de los peces y otros animales marinos y de agua dulce varios estudios desvelan que los microplásticos alteran los sistemas reproductivos, retrasan el crecimiento, disminuyen el apetito, provocan inflamación de los tejidos y daños hepáticos y alteran el comportamiento de alimentación.

En países como Estados Unidos y en el Reino Unido ya se encuentra prohibido su uso en producto cosméticos y detergentes. En Europa, el Plan de Economía Circular, Resolución del Parlamento Europeo, del 10 de febrero de 2021, sobre el nuevo Plan de Acción para la Economía Circular (2020/2077(INI)) insta a la Comisión a que opte por una eliminación gradual general de los microplásticos añadidos intencionadamente y a que reduzca la liberación no intencionada de estos, como por ejemplo, los procedentes de neumáticos, textiles y césped artificial. Estas nuevas medidas reglamentarias y obligatorias subrayan la necesidad de aumentar los conocimientos científicos sobre los microplásticos y los nanoplásticos con la finalidad de desarrollar alternativas más seguras. A nivel local, con la aprobación de la Ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelos contaminados para una economía circular introduce en su artículo 56 la prohibición de cualquier producto de plástico fabricado con plástico oxodegradable y microesferas de plástico de menos de 5 mm añadidas intencionadamente.

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