Biografía
Sarah Montesdeoca Esponda
Para este apartado contamos con el propio testimonio de la protagonista de este proyecto, Sarah Montesdeoca Esponda, que nos indica lo siguiente:
Como testimonio de su trayecto en la vida laboral Sarah nos cuenta que fue “Licenciada en Ciencias del Mar por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) en julio de 2007, comencé mi actividad científica ocupando durante tres meses un puesto de ayudante en tareas de investigación en el Instituto de Algología Aplicada de la misma universidad. En octubre de 2007 me integré en el Grupo de Investigación “Análisis Químico Medioambiental”, al tiempo que comencé a cursar el Programa de Doctorado en Oceanografía de la Facultad de Ciencias del Mar. En 2009 obtuve una beca del Gobierno de Canarias para la realización de Tesis Doctoral, que me permitió, además, llevar a cabo una estancia de tres meses de duración en la República Checa. En diciembre de 2009 obtuve el Diploma de Estudios Avanzados en Química Analítica con calificación de sobresaliente, y en julio de 2013 el título de Doctora con Mención Europea, con calificación de sobresaliente Cum Laude. En el año 2014 obtuve el premio Extraordinario de Doctorado y el Premio a la mejor Tesis doctoral de la ULPGC en el área de ciencias. Durante ese periodo de realización de Tesis Doctoral, desarrollé mi labor investigadora en el campo de la Química Analítica, centrándome en la determinación de contaminantes emergentes en el medio ambiente.
Después de la presentación de mi Tesis Doctoral obtuve una beca-contrato como Personal de Apoyo a la Investigación, y posteriormente un contrato postdoctoral, con el que realicé otras dos estancias, en la Facultad de Farmacia de la Universidad de Coimbra (Portugal) y en la Facultad de Ciencias Naturales de la Universidad Commenius de Bratislava (Eslovaquia). En 2019 obtuve el Reconocimiento a Jóvenes Investigadores destacados de la ULPGC. La investigación realizada en la etapa postdoctoral se ha centrado en la determinación analítica de residuos de sustancias químicas usadas en cosméticos, en multitud de matrices medioambientales.
En 2020 comencé un contrato en un proyecto de la Fundación Canaria Parque Científico Tecnológico de la ULPGC y en 2021 conseguí una plaza como Profesora Contratada Doctora en el Departamento de Química de la misma universidad. Actualmente, desde 2023, soy Profesora Titular. Desde 2020 participo en un estudio multidisciplinar para la transferencia de conocimiento científico entre universidades y administraciones públicas (concretamente con el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria) y en 2024 me han nombrado directora de dicho convenio de colaboración.
En el ámbito docente, coordino el Grupo de Innovación Educativa en Ciencias del Mar y coopero de manera continuada en diversas iniciativas para dar a conocer y poner en valor el papel de las mujeres en la ciencia, como por ejemplo el proyecto “Mujeres Científicas Canarias” del Gobierno de Canarias, ciclos de conferencias como “Mujer y Ciencia” o “Mujeres de otros mares”, así como en los actos del Dia de la Mujer y la Niña en la Ciencia.”
Las dificultades que ha encontrado por el hecho de ser mujer son las siguientes:
“Afortunadamente los tiempos están cambiando y las mujeres vamos teniendo mayor visibilidad y reconocimiento en todos los ámbitos, incluida la Ciencia. Sin embargo, en mi opinión, la gran asignatura pendiente es sin duda la conciliación familiar. La vida de una investigadora hasta conseguir una plaza fija en una Universidad pasa por dedicar mucho esfuerzo y sobre todo mucho tiempo a acumular méritos que permitan ser competitiva en una plaza a la que concurra. Esto significa investigar muchas horas, publicar muchos trabajos, acudir a congresos, realizar multitud de cursos de especialización, realizar estancias de meses en el extranjero.... y todo esto no se puede compaginar, por ejemplo, con tener hijos. Cuando realizas un paro para disfrutar baja por maternidad, lactancia, etc, todos estos méritos se congelan, y los que iban por detrás de ti en la carrera hacia una estabilización te "adelantan". Por eso muchas mujeres retrasamos la maternidad, en mi caso hasta los 38 años. Mi edad hace que ya no me plantee tener un segundo hijo.”
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